viernes, 30 de junio de 2017

LES BRAÑES TEBERGANES



El paisaje de Teberga no se podría entender sin las brañas. Herederas de una forma de vida milenaria, aún sobreviven al paso del tiempo, también al olvido, una vez casi desaparecida su función original.


Las brañas o majadas (también mayada, mayáu, mayéu,...) son conjuntos de cabanas  o cabanones alejadas de los núcleos rurales tradicionales, y unidas a la trashumancia estacional del ganadero. Las brañas son lugares situados en zonas medias-altas de montaña, donde los pastos verdes abundan desde la primavera al otoño.
La etimología de braña se ha discutido durante mucho tiempo y, con opiniones diversas; así para Corominas podría pensarse en un origen céltico, *BRAKNA “prado húmedo”. García de Diego cree que se trataría de un desarrollo de la palabra latina VORAGINE.
Más convincente resulta hoy en día situar el origen del latín *VERANEAM con un posible sentido de ‘pastos de verano’.La palabra braña se relaciona a veraner o lugar de verano; otras fuentes también las relacionan con branu, verano en asturiano, o con lugares explotados durante el verano.

La palabra aparece  por primera vez en un documento del siglo IX (año 853) donde se dice: “braneas pascua quas uulgus dicit seles".
En estos pastizales de altura están situados normalmente por encima de los 1.000 metros de altitud. Estos prados de diente, que acostumbran a ser comunales (aunque también en los últimos siglos hay prados privados en algunas brañas), juegan un papel predominante en la práctica de la trasterminancia del ganado vacuno. Dos fechas marcan este proceso de inicio y fin de la alzada: el 8 de mayo y el 29 de septiembre.
Su finalidad es la de dar cobijo al hombre y a su ganado, y también conservar y guardar los alimentos. Las brañas colonizan y vertebran el espacio natural, y han sido a lo largo de los siglos una pieza clave en el desarrollo de la Asturias rural. En ellas se ha explotado secularmente el ganado vacuno, ovino y caprino, en régimen de trashumancia estacional. Las brañas forman un enorme patrimonio etnográfico que ha llegado a nosotros poco desvirtuado aún. Asimismo, su situación y su adaptación al medio circundante, hacen de muchas de ellas enclaves privilegiados paisajísticamente.



Hay varios tipos de brañas según la distancia a la aldea.

Por un lado están aquellas brañas situadas más bajas, las equinociales, y por consiguiente más cercanas a las poblaciones, a las que subía a la tarde para dormir en ellas y al día siguiente temprano regresar al pueblo con la leche, trabajar en la faenas cotidianas durante todo el día y regresar a subir al puerto.
En otros casos, en las brañas más altas y alejadas, se permanecía todo el verano en ellas vigilándole ganado y elaborando productos como queso y manteca. En ambos casos existen cabañas y otras construcciones que se ocupaban según los movimientos.
Es en las brañas altas donde verdaderamente transcurría la vida de los vaqueiros en el verano. Una vez por semana solían bajar los productos elaborados al pueblo, pero el resto de los días vivían y convivían en la braña, donde la cabaña tiene excepcional importancia, pues es el hogar veraniego.

La cabana y  el cabanon es la principal construcción, donde convivían personas y ganado, pero también hay otras construcciones para el ganado, como los beyares o los corros, estos últimos, construcciones muy primitivas con falsa cúpula y que servían para albergar ganado menor, terneros e incluso personas.

Pero no sólo existían cabanas y corros, las fuentes eran muy importantes, apareciendo en casi todas las brañas y, cerca de esas fuentes, las ol.leras, pequeñas corras cubiertas donde se albergaban los productos (leche y manteca sobre todo) para su conservación. Podían existir ol.leras comunales o privadas, estas últimas cercanas a las cabañas, a las que a veces se llevaba el agua mediante un pequeño canal de piedra o madera.

                                  

También el ocio tenía su espacio, con la aparición de boleras donde se unían los vaqueros de varias brañas a descansar, hablar, incluso cortejar. Todavía en  algunas brañas se conserva el topónimo “Xuego la bola”.

También era frecuente subir el ganado menor a las brañas: cerdos, gallinas o cabras compartían el espacio con el ganado bovino. Se trataba de aprovechar los recursos al máximo.

Las brañas, con sus construcciones y régimen de propiedad y con sus formas de aprovechamiento de los recursos ganaderos, son, sin duda, una muestra clara de racionalidad económica y constituyen uno de los elementos que más ha repercutido y definido el paisaje y la cultura de las zonas altas de Teberga.

La colonización de los montes por parte de los pastores se remonta al Neolítico. Las cuevas y abrigos al parecer serían los lugares utilizados primigeniamente para guardar el ganado menor, añadiendo sencillos cierres de muros de piedra, y ramas para dividir el espacio.

La evolución de las brañas de Teberga parece ser resultado de un largo proceso pero es a partir de la Edad Media cuando nos han llegado más información, empezando su declive a partir de mediados del siglo XX. De las arcaicas y sencillas cuevas o abrigos naturales, los corros con techumbre de piedra y tapinos y los chozos con cubierta vegetal, se ha ido evolucionando hasta las cabañas con tejado de madera, llábanas (gril.landas) o tejas.


                                                                          Cabana cubierta con teja y gril.landas

Desde el siglo XI, al menos, hasta el XV, y merced sobre todo a los monasterios, las brañas se van multiplicando en Asturias y con ellas, asimismo, la ganadería vacuna en régimen de trashumancia se desarrolla también de manera importante. Este periodo podría corresponderse a una primera fase de desarrollo de las brañas, que estuvo marcada por la convergencia y uniformidad en lo referente a su organización, tipo de construcciones y formas de explotación, es decir, los pastos.

Desde mediados del siglo XV y sobre todo a lo largo de los siglos XVI, XVII y primera mitad del XVIII, debido a numerosos factores (económicos, sociales, políticos…) las brañas entran en una dinámica de lucha por unos recursos que debían alimentar a cada vez un mayor número de población que, en el caso de Teberga, eran los pastos de altura. Esta lucha territorial quedó plasmada en multitud de documentos y en el propio paisaje mediante los cerramientos y nuevas construcciones, al tiempo que van apareciendo otras muchas nuevas sobre zonas de baldío.

El resultado de este desarrollo y por lo que a Teberga se refiere, fue el gran número y diversidad de brañas que hoy aún existen diseminadas por todas sus zonas medias y altas.

Prácticamente todos los pueblos de Teberga tienen una o varias brañas situadas en zonas más elevadas de su entorno e incluso a una distancia considerable. Las brañas, que ocupan espacios ricos en pastos y agua, son una forma de aprovechar unos recursos por medio básicamente de la trashumancia ganadera. Es decir, al llegar la primavera, la mayoría de los vecinos de los pueblos llevaban  parte de su ganado a esos lugares hasta el otoño. La braña consiste, principalmente, en un área de pasto donde el ganado pasea y pasta conjunta y libremente. Existen brañas donde, además de los pastos comunales, cada vecino tiene uno o varios prados de siega cercado con muros de piedra en los que recoge hierba que almacena en las cabanas o cabanones y en los que en otoño hasta su ganado exclusivamente. Incluso en alguna braña existieron tierras de labor en las que se sembraban y cultivaban gran variedad de productos: cebada, escanda, patatas…

Otro componente fundamental de las brañas, tal vez el más conocido, son sus construcciones, claro ejemplo de construcción popular al igual que hórreos, fuentes o molinos. Estas construcciones responden a una necesidad perentoria, se acomodan al medio por sus materiales y se armonizan con el entorno; son una prolongación del medio y no lo deterioran.

Las construcciones:

Los corros

En muchas brañas las construcciones consisten en unos rústicos corros de piedra sin labrar y de falsa bóveda cubiertos de tapinos. Estas construcciones son de escasas dimensiones, de tal manera que con frecuencia se camuflan en medio del paisaje, y sólo sirven para refugio del brañeiro y para guardar los xatos de corta edad. Algunos autores les dan un origen celta, herederos de las construcciones castreñas.



El único material que se empleaba en su construcción era la piedra, por ser ésta la más abundante en la zona. La disposición de las piedras era tal que unas se van apoyando sobre otras sin utilizar ningún tipo de argamasa, formando una falsa bóveda. Tienen una pequeña puerta de entrada y, en algunos casos, un pequeño hueco a modo de ventana. La entrada se cerraba con unos palos entrecruzados, aunque en ocasiones tenían una pequeña puerta de madera.

Parece ser que son las construcciones más antiguas y, por tanto, la primera forma de controlar unos espacios comunales baldíos, y que supuso, por tanto, una paso importante en la transición del nomadismo hacia la trashumancia ganadera. Representan una forma muy arcaica y extensiva de explotar un espacio, por medio del pasto a diente de rebaños que suben a estos lugares durante los meses del estío. Su incidencia sobre el medio es escasa, al tiempo que los factores climatológicos condicionan y restringen la explotación de estos recursos. Su papel económico, si bien importante, es subsidiario, y las repercusiones sociales son de escasa relevancia.

Los chozos

Son construcciones similares a los corros, pero con techo de madera cubierto por escoba o tapinos. El interior suele tener el espacio para el ganado, un pequeño jergón para el pastor, y un hogar.


Los cabanos o cabanas




Coexistiendo con los corros,  aparecen las construcciones de mayores dimensiones y robustez, con planta rectangular; son las cabanas y cabanones. Suelen ser de planta rectangular, con distintas soluciones habitacionales según la zona, que van desde varios espacios, uno para el pastor, otro para la cuadra y otro para el hierba, la adición de una solana o de un cuarto aparte para el vaquero, etc. En los muros exteriores se localizan, en algunas, los peyerus, piedras donde se colocaban los jarros con la leche, fuera del alcance de los animales. El moblaje suele ser parco: un jergón, un hogar.
Puede ser de dos plantas: en su planta baja está la cuadra para atar y alimentar al ganado, y encima el pajar; este desván estaba comunicado con el exterior por una pequeña ventana llamada buqueirón.
Su techumbre es de madera, estando cubierta de vegetal o teja.

El brañeiru tiene el llar o lumbre, el camastro, algún comestible y unos pocos cacharros para cocinar, algunas herramientas y arreos e incluso la leña seca para el llar.

En estas brañas es frecuente que existan ol.leras o fresqueras en las que guardar los recipientes con la leche. Suelen ser cavidades construidas contra un talud o excavadas en el suelo y con una boca cuadrada hecha de piedra labrada; por el interior suele discurrir una corriente de agua procedente de alguna fuente próxima. LAS

Los teitos
Una variante peculiar de las cabanas es el teito, construcción que aparece en  Teberga y en el vecino concejo de Somiedo.


Los teitos son construcciones populares, de piedra sin labrar a excepción de los vanos y las esquinas que se labran en bruto a base de punteros; su principal característica reside en la cubierta, que es vegetal, esencialmente de escoba. Todos los materiales procedían de los terrenos cercanos.
Estas construcciones servían de vivienda para los vaqueiros durante la época estival, mezclándose las personas con el ganado en una misma nave y únicamente divididos por un pequeño entarimado de palos colocados horizontalmente y clavados uno encima del otro; a veces esta separación sehacía mediante tabiques de varas de avellano entrelazadas. (Posteriormente se fueron construyendo cabanas para el vaqueiru)
Aunque en menor medida, también encontramos teitos circulares




Esquema de una cabana de teito:



La braña fue un sistema de explotación de los recursos ganaderos altamente racional y eficaz, consistente, como ya se ha señalado, en desplazar estacionalmente el ganado. La técnica de la braña se adapta perfectamente a las condiciones ecológicas y orográficas de Teberga, razón por la cual el número de brañas es elevado, más de medio centenar. En la actualidad, a causa de las transformaciones económicas y tecnológicas, el uso y explotación de las brañas sufrió cambios profundos. Por otra parte, el enorme descenso y envejecimiento demográfico de Teberga es la causa principal de que hoy sólo se utilicen una mínima parte de las brañas. Estos dos factores explican en parte el grave deterioro en el que se encuentran estos complejos sistemas de explotación de recursos ganaderos que, además y por otra parte, son un gran patrimonio histórico-etnográfico. El deterioro afecta a todo el sistema de la braña (algunos medios de acceso y caminos, zonas de pasto, abrevaderos y fuentes, olleras, etc.) pero, sobre todo, se hace especialmente grave en los referentes a las construcciones.

Hasta la primera mitad del siglo XX, cuando los pueblos de Teberga estaban más poblados y la actividad agraria y ganadera era una de las bases de la economía del concejo, las brañas siguieron usándose.

Hoy en día son un patrimonio cultural inmenso en grave riesgo de desaparecer, como han desaparecido ya  unas costumbres y unas tradiciones milenarias.

En Teberga, se han contabilizado (y seguramente faltan muchas) 45 brañas adscritas a pueblos y aldeas de todos los valles teberganos.

Estas brañas son las siguientes:

o Fonfría
o El Val.le
o L.lamaraxil
o El Rebel.lón
o Tuiza
o Ventana
o Los Fuexos (Fresneo)
o Los Fuexos (Santianes)
o Cuevas
o Las Cadenas
o Aguil
o La Puerca
o Las Navariegas
o Vicenturo
o Cueiro
o Braña de Torce
o Braña de Carroceda
o Braña L.ladrona
o San Xuan de Volantes
o Sabariegos
o La Veiciel.la
o Murias
o Riomayor
o Braña l´Acebu
o Braña de Taxa
o Vosbigre
o La Forcada
o La Veiga d’Adientru
o La Veiga d’Afuera
o Berciniel.la
o Piedraxueves
o Pividal
o La Rebel.lada
o Las Segadas
o Braña del Troncu
o Valmuerto
o L.landurias
o El l.laguete
o Candanon
o Las Duernas
o Ganceo
o La verde
o Braña d´Arriba
o El Castiel.lu
o El Cogol.lu

 (Si algún lector conoce alguna braña de Teberga no mencionada agradecería me lo comunicase)

  Este artículo se ha realizado tomando como base fundamental el trabajo encargado por el ayuntamiento de Teberga sobre las brañas Teberganas que quedó sin finalizar al terminar la subvención de la consejería de cultura del Principado. 
  También hay que agradecer la labor de Juan José Gutiérrez Alonso (Juan de La Torre) que desinteresdamente pone su saber al servicio de los visitantes que realizan el recorrido por las brañas teberganas.

                                     Francisco Javier García Valledor

sábado, 17 de junio de 2017

LA GARAMETA

De Mayu a Xunetu los caminos teberganos se van llenando de pequeñas flores que surgen de los artos y junto con otras nos ofrecen los olores y colores de nuestra tierra. 

Nuestra Garameta es la llamada Rosa canina o  el rosal silvestre.  Las flores, solitarias o agrupadas en corimbos, son de color rosa pálido o blancas, de 4 a 6 cm de diámetro, con cinco pétalos.


Su nombre significa "rosa de perro", posiblemente aludiendo al parecido de sus aguijones con los colmillos de un perro. Según otros, porque esta planta se utilizaba en la antigüedad para curar la rabia.


Esta rosa silvestre tiene una gran amplitud ecológica, encontrándose sobre todo tipo de suelos, preferentemente en las montañas. Es nativa de Europa, el noroeste de África y Asia occidental. También ha sido introducido en Norteamérica y otras partes del mundo. Actualmente su distribución es bastante amplia.


 El ARTU GAVILANCERU O ARTUGANCIU (rosal silvestre) es un arbusto espinoso de hoja caduca de la familia de las rosáceas. Este arbusto mide hasta 2 m de altura, con tallos colgantes de color verde, cubiertos de espinas pequeñas, fuertes y curvas. Las hojas están compuestas de 5 a 7 folíolos dentados ovales.


El artuganciu florece de mayo a julio y produce frutos al final del verano o a principios del otoño. El BAILLARÓN (Escaramujo o tapaculos)   es  una fruta ovoide de color rojo intenso, de tipo cinorrodón, de un tamaño entre 1,5 y 2 cm.


El uso medicinal de la rosa silvestre lo conocemos ya por documentos del siglo IX, en  una orden emitida por Carlomagno que reclama que en sus campos se cultiven una serie de hierbas y condimentos incluyendo las "rosas caninas". 


                                  Francisco Javier García Valledor

sábado, 10 de junio de 2017

La iglesias perdidas de Teberga

En Teberga, y en esto no hay diferencias significativas con otros lugares de Asturies, nuestro patrimonio arquitectónico desaparecido o muy deteriorado es muy numeroso. Tanto de carácter etnográfico (corros, cabanas, teitos, horros, paneras…), como de carácter religioso (iglesias,  capillas,…) o de tipo civil (casas, palacios,…).


                                                                   Ruinas capilla santa Marta


Lamentablemente nuestro patrimonio cultural (artístico, lingüístico,  industrial, arquitectónico, etnográfico, histórico,…) ha sufrido y sufre un proceso de pérdida irreparable.




                                                                                 Teitu esboriau


No somos conscientes de que el Patrimonio cultural es la herencia cultural propia del pasado de un pueblo.

         En el caso de la arquitectura religiosa son un buen número las capillas que han desaparecido convirtiéndose en un montón de piedras o reutilizándose éstas en otras construcciones. Otras están en ruina.
Más arriba veíamos una imagen actual de la capilla de Santa Marta, derruida al pasar bajo ella la mina. La imagen siguiente es la de la capilla de la Virgen de las nieves en Vil.la de Su

          
                                                         Capilla de la Virgen de las nieves en Vil.la de Su
        
A alguna de ellas dedicaremos posteriormente  algún artículo en este blog.

Otras muchas, sin embargo, ni siquiera nos presentan una traza de su antigua planta. Quizás la más significativa de estas pérdidas sea la de la iglesia de San Martino, que da hoy nombre a la capital tebergana: Samartín. Sólo la conocemos a través de las menciones, muy parcas, que de ella se recogen en  la documentación medieval, en concreto en el siglo XIV y en el siglo XV. Su ubicación parece localizarse en el entorno de lo que hoy es la casa consistorial y sus aledaños. Cuando se derruyeron los antiguo edificios dela zona de la plaza del ayuntamiento y cuando se abrió la anterior calle Nueva (hoy Adrián López), a pesar de aparecer restos no se intervino arqueológicamente.

También totalmente desaparecidas se encuentras capillas y ermitas como la de La Madalena, encima de la braña de Fonfria sobre la collada en la que se asienta el Camín de La Mesa donde se celebraba la romería; San Miguel y Nuestra señora del Humilladero en Michadoriu collado que separa las brañas de Cuevas y Las Navariegas,;Santiagu en Marabiu; Santa Cristina sobre la collada con el mismo nombre por donde va el camino que asciende de Marabiu a Vicenturo; Nuestra Señora de Pandu entre la Foceicha y Presorias; San José en Cuña; San Vicente de Presorias; La Monxal de una antigua casería; San Antonio de Drada; San Bartolomé en L.lamas; El Niño en Rimayor.

San Andrés a la vera del castiel.lu d´Alesga mantiene su planta aunque es hoy una corte; Lourdes en Moticiel.lu está en ruinas pero aún mantiene una buena parte de su estructura como podemos ver:





       También hay que hacer constar que capillas que estuvieron a punto de desaparecer se mantienen hoy gracias a los vecinos como es el caso de Santa Apolonia o Espíritu Santo en Sobrevil.la o El Santo Angel en Fresnéu. Aunque no tenga uso religioso también han recuperado los vecinos la capilla de Barriu.


                                     Francisco Javier García Valledor





































































































































































































































































































































DOS NUEVOS BIENES TEBERGANOS EN EL INVENTARIO DE PATRIMONIO CULTURAL DE ASTURIAS

El BOPA de hoy, 29 de Xunetu de 2020 publica la incorporación de dos yacimientos arqueológicos de Teberga en el Inventario del Patrimonio cu...