sábado, 29 de julio de 2017

La Llebre


Esta foto está hecha en la braña de fonfría y en ella podemos ver una de las  llebres que habitan nuestro concejo. Se trata de la llebre de piornal, llamada así porque uno de sus hábitats característicos lo constituyen las laderas montañosas cubiertas de piornos, y  presenta un tamaño intermedio entre el de la llebre europea (Lepus europaeus), más corpulenta, y la llebre ibérica (Lepus granatensis), más pequeña.


 La Llebre de piornal  tiene el nombre científico de Lepus castroviejo.


Tiene un color del pelaje pardo amarillento, con una mayor extensión de la zona blanca ventral que en la liebre europea. El contraste entre el color del dorso y del vientre es nítido.

Su área de distribución se encuentra restringida al sur de Asturias, el suroeste de Cantabria, el extremo norte de Palencia, el norte de León y una estrecha franja al este de Lugo.


Ocupa un hábitat muy definido y característico de las zonas altas de la montaña cantábrica. Se trata de áreas en las que alternan pastizales de variada extensión con formaciones de piornos brezos, árgomas, toxos  y zonas arboladas situadas a altitudes variables entre 1.000 y 1.900 m.


Su alimento principal lo constituyen plantas herbáceas  de los pastizales montanos y también gramíneas.  Cuando los pastizales de montaña se secan, permanecen en el interior de las manchas de piornal consumiendo la vegetación herbácea que crece al abrigo de estos arbustos.

Es una especie que está en peligro en algunas zonas de Asturias como la Sierra del Aramu, por lo que tiene la categoría de especie vedada desde hace varios años.


 Pasan el día entre la vegetación arbustiva  y durante las horas nocturnas, que dedican a alimentarse, salen  a los pastizales permaneciendo en general a menos de 50 m de distancia de la vegetación de refugio más próxima.


                                              Francisco Javier García Valledor

sábado, 8 de julio de 2017

ESCULTURA URBANA DE TEBERGA

Existen en la actualidad 4 monumentos escultóricos en los jardines de Teberga que han ido jalonando la historia del concejo. Son esculturas erigidas en memoria de personas que han sido significativas en la vida tebergana en tres casos y en el último se pretende recordar a un colectivo: los mineros.

                                   

Por orden cronológico la primera de ellas en memoria del Doctor Antonio García Miranda, médico oftalmólogo e investigador, nacido en Barzana, aunque que desarrollo su actividad profesional fuera del concejo. El monumento en su recuerdo se alzó el 25 de Julio de 1953, siendo el más antiguo de los existentes y está .situada en la actualidad en Samartín, delante del centro de salud.

Su autor fue uno de los más destacados escultores de aquella época, el ovetense Víctor Hevia Granda (1885-1957), autor de numerosos monumentos escultóricos destacados de Oviedo  al tiempo que desempeñaba su labor de profesor en la escuela de artes y oficios y realizaba su fundamental trabajo de restaurador en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.




El segundo, situado ante el palacio de Entragu, es un monolito en homenaje al maestro D. Ángel Urbano Piñero, nacido en 1908 en  Valverde de Fresno (Cáceres). Desarrolló toda su labor docente en la escuela de Entragu desde 1948 hasta el año de su fallecimiento en 1974, dejando una huella imborrable entre sus alumnos que, junto a vecinos y amigos, sufragaron este relieve en el año 1977.

El relieve del rostro está realizado en una roca extraída en la cantera Boniella de Llanera por el escultor popular Andrés “Xixón” que realizó innumerables obras conmemorativas diseminadas por toda Asturies.




El tercer monumento escultórico, situado en La Plaza, data de 2005 y está realizado en homenaje a José Ramón Álvarez Argüelles. Nacido en 1935 en Campiel.lu, fue  alcalde de Teberga entre 1987 y 2003. Falleció en el año 2004 y la escultura se realizó por suscripción popular encabezada por el ayuntamiento tebergano.

El autor del busto, en bronce, fue el escultor y pintor Juan  Martínez Rionda  (Xixón, 1951) con una extensa obra.




 El último, hasta ahora, es una obra que trata de homenajear a un colectivo de trabajadores, los mineros que tanta trascendencia han tenido a lo largo de todo el siglo XX en la economía, la vida y la propia idiosincrasia del pueblo tebergano.

La obra, realizada por iniciativa del Montepío de la Minería de Tebergay sufragada  por suscripción popular y la asociación de jubilados y pensionistas, se inauguró en el año 2013 y está situada en la rotonda de Samartín.

Su autor es el mierense Gonzalo Prado Grela (Los tableros, 1966), artista que desarrolla una actividad, tanto en pintura como en escultura cercana al  expresionismo abstracto. Esta obra de tipo más naturalista la realizó, sin embardo, con una innovadora técnica: un armazón de hierro y 7 kilometros de hilo de cobre que finalmente al incinerarse dan la robustez final de la figura.

Estas son las esculturas urbanas  con las que al día de hoy disfrutamos en Teberga. No son pocas para un concejo como el nuestro y tienen, además de su valor artístico, un valor significante de los diversos momentos de nuestra historia en la que se homenajea a un doctor, a un maestro, a un alcalde y a un trabajo de miles de hombres que han dejado poso en los que hoy es nuestro concejo.

Sin embargo, creo que hay una ausencia imperdonable, la de la memoria de las mujeres y hombres que desde hace miles de años se asentaron en el territorio tebergano trabajando nuestra tierra y desarrollando la ganadería. Mujeres y hombres que con su quehacer duro y cotidiano dieron forma a lo que hoy es el paisaje de esta tierra.
El campesinado es seguramente el gran olvidado en nuestros monumentos escultóricos. Pero todo tiene remedio y el futuro puede dar respuesta a este olvido.


                                         Francisco Javier García Valledor

DOS NUEVOS BIENES TEBERGANOS EN EL INVENTARIO DE PATRIMONIO CULTURAL DE ASTURIAS

El BOPA de hoy, 29 de Xunetu de 2020 publica la incorporación de dos yacimientos arqueológicos de Teberga en el Inventario del Patrimonio cu...