sábado, 24 de febrero de 2018

UN MUSEO PARA LA COLEGIATA


Resulta incomprensible que auténticas joyas históricas y artísticas que se encuentran en la Colegiata de San Pedro de Teberga no tengan el tratamiento necesario y adecuado tanto para su conservación como para su exposición.
                                     


Hay piezas de enorme valor que se han “perdido”  y otras que se han ido dejado deteriorarse hasta el punto de deshacerse como, por ejemplo, el espléndido tabernáculo-expositor del siglo XVII que se dejó en el coro a su suerte y del que hoy sólo quedan algunos de sus restos.

                                                
                  

                        
Cuando se realizó la última restauración de la Colegiata se intervino en el claustro, en el que se preveía en el piso superior, sobre la sacristía actual, dos espacios para habilitar un museo adecuado para la conservación y exposición de los bienes que se encuentran en la sacristía, el coro o el propio claustro.

 Sin embargo se constituyó un chiringito en forma de asociación y “okupó” esos espacios, con la aquiescencia del anterior corporación municipal y del anterior alcalde, para guardar una supuesta colección privada que no se expone al público y a la que sólo se puede acceder cuando quien dirige el chiringito acompaña llave en mano al visitante o en algunos días de “puertas abiertas”.

Todo un despropósito: Una colección de objetos privados en un espacio público sin que sean accesibles a las visitas guiadas que se realizan a la Colegiata.

                                 


                                                     Lienzo del Apóstol San Pedro s. XVII

Mientras tanto pinturas, tallas, canecillos, los restos del antiguo coro y el sitial abacial, dos capiteles prerrománicos y  uno románico de enorme valor, orfebrería religiosa, piezas epigráficas, etc. siguen sin ser conservados en las mínimas condiciones exigibles para su conservación y exposición.
                  
          

                                                            Cruz Abacial y píxides

                

                                                                Capitel románico

Estas imágenes son sólo algunos ejemplos de las piezas que deberían conservarse y exponerse en las condiciones adecuadas para su conservación


                                                          Restos retablo barroco

             
                                        

                              Sillería del coro y sitial del abad Ferdinandus



Resulta indignante que elementos tan significativos del patrimonio cultural e histórico de Teberga sean tan poco valorados y tan maltratados. Creo que es necesaria una reflexión y una actuación sobre la puesta en valor de nuestro patrimonio cultural en el marco de la más significativa del mismo.

        
                                                Capitel prerrománico vaciado


                                           Tallla de la Inmaculada Concepción del siglo XVII


Una reflexión sobre la necesidad de un museo que conserve y exponga los elementos patrimoniales vinculados a la Colegiata, aquellos que se extrajeron en las excavaciones arqueológicas en la misma (hoy depositados en el museo arqueológico) y otros bienes arqueológicos del concejo que podrían volver al mismo si se realiza un proyecto museográfico riguroso.

 La ejecución de este proyecto podría además para cerrar un periodo en el que las momias teberganas parecen el elemento más destacable de la Colegiata alejándolas de la exposición pública y acabando con una necrofilia que  nada aporta al Concejo.

Es hora de que los intereses generales del Concejo se pongan por delante de mezquinos intereses particulares y que el Ayuntamiento tebergano junto con la Consejería de Cultura defiendan la puesta en valor de la Colegiata de San Pedro de Teberga. Es hora de que las joyas históricas y artísticas de la Colegiata puedan ser disfrutadas. 

                                         Francisco Javier García Valledor


miércoles, 14 de febrero de 2018

LA IGLESIA DE SAN MIGUEL DE CAMPIEL.LU


 La Iglesia que conocemos actualmente de Campiel.lu es una construcción de los siglos  XVII- XVIII y de estilo Barroco rural. La villa de Campiel.lu aparece ya mencionada en un documento del año 1152 (siglo XII) por lo que es probable la existencia de una construcción medieval anterior. 


Es  de planta rectangular y el  presbiterio está ligeramente retranqueado  siendo de menor altura. Tiene  sacristía adosada en el norte y cabildo diáfano al oeste.
 Es De mampostería (piedra sin labrar), revocada y pintada. Tiene sillares labrados en las esquineras, recercado de alguno de los vanos, la cornisa y los canecillos lisos del presbiterio y en la espadaña de dos ojos y rematada en frontón.



La cubierta es a dos aguas  en el presbiterio y la nave, a un agua en la sacristía,  y a tres en el cabildo, de teja árabe.

 El ámbito del cabildo (pórtico), de suelo empedrado, está definido por el pretil sobre el que apoyan los pies derechos que soportan parte del peso de la cubierta. 


Desde allí, se accede al interior a través de una  puerta adintelada, curiosamente sin arco. 



La nave se cubre con armadura de madera de pares y está separada del presbiterio por un arco  de triunfo de medio punto (1) apoyado sobre pilastras estribadas. (2)

                                                              (1)

                                                              (2)

El presbiterio está cubierto con bóveda de cañón ligeramente apuntada, sobre impostas.



Cuenta con retablos e imaginería de interés en su interior. El retablo mayor presenta un cuerpo único con tres calles y ático, bajo la advocación de San Miguel. Puede fecharse en el tercer cuarto del siglo XVIII. 


Presenta imaginería de carácter popular, pudiendo destacarse la Piedad de la hornacina central que sigue la tradición del siglo XVI. 



En el cuerpo de su única nave, a derecha e izquierda (dedicados a San Antonio (3) y Madre del Amor Hermoso (4) (respectivamente), la iglesia cuenta, además, con dos pequeños retablos de la segunda mitad del siglo XVIII, con una única hornacina de vitrina y movimiento muy saliente. La talla de su decoración en más delicada. 

                                            
                                                                       (3)


                                     
(4)





Vista de la iglesia desde el presbiterio


Francisco Javier García Valledor







DOS NUEVOS BIENES TEBERGANOS EN EL INVENTARIO DE PATRIMONIO CULTURAL DE ASTURIAS

El BOPA de hoy, 29 de Xunetu de 2020 publica la incorporación de dos yacimientos arqueológicos de Teberga en el Inventario del Patrimonio cu...